Treballa amb nosaltres

El paraíso es un poblado de putas y drogadictos donde, en lugar de ríos de leche y miel, hay un lago que huele a vómitos y orín. María Ferreira había fantaseado de niña con la tierra prometida cuando escuchaba a su padre contarle historias de África. Pasado el tiempo, alcanzo su sueño en Makuyu, un rincón olvidado de Kenia donde lleva cinco años trabajando, ahí sigue, al cuidado de enfermos psiquiátricos en un hospital. No era, desde luego, el lugar bucólico que imaginó. Allí se ha acostumbrado a besarle los labios cada mañana a la muerte y a tropezarse con historias estremecedoras que ni siquiera vislumbraba en sus duermevelas infantiles. Es esa rutina de lo insólito en la que María afronta este libro una desnuda confesión de afectos, temores y asombros con la naturalidad de quien se enfrenta con un paraguas a la tormenta perfecta.