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Máximas mínimas

Máximas mínimas
Enrique Jardiel Poncela (Madrid, 1901-1952) fue uno de los renovadores de la literatura humorística española.
Escribió novelas satíricas y obras teatrales que aúnan misterio y absurdo.
Entre las primeras se encuentran Amor se escribe sin hache (1929), ¡Espérame en Siberia, vida mía! (1930) y Pero ¿hubo alguna vez once mil vírgenes? (1931); y entre las segundas, Angelina o el honor de un brigadier (1934), Un marido de ida y vuelta (1939) y Eloísa está debajo de un almendro (1940).
Autor de numerosas máximas mínimas , Jardiel Poncela se inició como aforista en la prensa de los años veinte, bajo el influjo de Ramón Gómez de la Serna y Oscar Wilde.
Sin Ramón llegó a decir muchos de nosotros no seríamos nada .
Descreído, irónico y sarcástico, aforismizó sobre la política, el matrimonio, las mujeres, la amistad, la experiencia y el público; en resumidas cuentas, sobre la seducción y el poder, o lo que viene a ser lo mismo, sobre el amor y la muerte.
Los rasgos esenciales de su obra toda fueron la imaginación y el ingenio.
En el prólogo a su novela Pero ¿hubo alguna vez once mil vírgenes?, Enrique Jardiel Poncela resume su actitud esencial frente el mundo de esta manera: Me río de todo, porque todo es risible.
Me río de mí mismo, porque formo parte de ese todo .
Escribió novelas satíricas y obras teatrales que aúnan misterio y absurdo.
Entre las primeras se encuentran Amor se escribe sin hache (1929), ¡Espérame en Siberia, vida mía! (1930) y Pero ¿hubo alguna vez once mil vírgenes? (1931); y entre las segundas, Angelina o el honor de un brigadier (1934), Un marido de ida y vuelta (1939) y Eloísa está debajo de un almendro (1940).
Autor de numerosas máximas mínimas , Jardiel Poncela se inició como aforista en la prensa de los años veinte, bajo el influjo de Ramón Gómez de la Serna y Oscar Wilde.
Sin Ramón llegó a decir muchos de nosotros no seríamos nada .
Descreído, irónico y sarcástico, aforismizó sobre la política, el matrimonio, las mujeres, la amistad, la experiencia y el público; en resumidas cuentas, sobre la seducción y el poder, o lo que viene a ser lo mismo, sobre el amor y la muerte.
Los rasgos esenciales de su obra toda fueron la imaginación y el ingenio.
En el prólogo a su novela Pero ¿hubo alguna vez once mil vírgenes?, Enrique Jardiel Poncela resume su actitud esencial frente el mundo de esta manera: Me río de todo, porque todo es risible.
Me río de mí mismo, porque formo parte de ese todo .
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Editorial: Editorial Renacimiento
Matèria:
Castellana
ISBN: 978-84-16685-18-9
Idioma: Castellano
Mesures cm: 12 x 15
Pàgines: 140
Estat: Disponible
Data d'edició: 02-02-2016
0.00€(IVA inclòs)
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