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Viaje a la Grecia antigua, traducida por vez primera al español, ha sido valorada con unánime entusiasmo por la crítica y el público a lo largo de más de cincuenta años. Desde el palacio del rey Minos en la isla de Creta hasta la Acrópolis de Atenas, pasando por Delfos, Olimpia, Mistra, Sunion y las islas del Egeo, el periplo de Brandi lleva al lector a recorrer los lugares más representativos de la Grecia antigua, en un viaje que recuerda la ruta circular de Ulises. La fuerza de su relato no está en la fascinación estética y estilística sino en el rigor y la riqueza de las confrontaciones, las analogías y las correspondencias. Brandi no escribe para entretener o dejar constancia, sino para aportar visones sublimes a una realidad existente.
La mejor forma de revivir estos misterios no resueltos escribe Brandi frente al Eleusis es no tratar de desvelarlos. Se adopta un paso lento y la mirada acaricia, como el haz de un faro, ora aquellas rocas espléndidamente oxidadas, ora aquel mar, tendido como una sábana azul para recibir en vol plané a los dioses del Ática que descienden del Olimpo.
Con una prosa casi plástica y una condensación expresiva propia del poeta, Brandi nos traslada a los paisajes de su elíptica experiencia viajera situándonos, como él mismo, en el territorio donde se funden realidad y mito, en el que cada cosa reclama una infinidad de otras, en el espacio y en el tiempo, dejándonos entrever, con inteligencia y ligereza, la complejidad de los laberintos asociativos que constituyen nuestra historia.