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Hay mucha gente que por prejuicios y confusión acepta sin más lo que transmiten los medios. No se paran a pensar que algo raro sucede cuando mueren una y otra vez mujeres, niños y otros civiles desarmados y nadie resulta castigado; cuando portavoces y altos funcionarios instituciones internacionales denuncian crímenes, acciones ilegales y violaciones de derechos humanos por parte de Israel, pero no se toman medidas que sí se aplican contra otros Estados por actos de menor gravedad; cuando a las noticias sobre matanzas y actos de genocidio siguen otras que las presentan como medidas desproporcionadas ; cuando una persona que critica esos actos es perseguida, juzgada y condenada como delincuente; cuando personas que se movilizan a favor de las víctimas son también perseguidas, encarceladas, deportadas e incluso asesinadas.
El libro que tienes delante ha sido escrito por la misma razón que lo vas a leer: por necesidad de descubrir las mentiras que una y otra vez nos llegan sobre un conf icto del que se (des)informa a menudo