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Análisis morfológico, estético y simbólico de la indumentaria como una de las primeras prótesis colocadas sobre el cuerpo. La ropa como posible objeto ritual de autoconocimiento, resistencia y movimiento. Guiño irónico a la palabra género en dos de sus acepciones: un tejido de calidad y lo que supone ser una mujer o un hombre .
El uso del sujetador en oposición al binder para generar una silueta femenina o masculina es el punto de partida para hilar, desde lo textil, diferentes aspectos de lo trans*, las tetas planas a lo largo de la historia, los ideales de virilidad a través de la indumentaria, el ser metrosexual pero claramente no homosexual ...
El género nunca ha atravesado los cuerpos de forma estática, ni siquiera en las vivencias cisgénero, ya que tampoco se mantiene inmutable más allá de nuestra piel. Hay instantes que evidencian de forma radical este hecho, rituales cotidianos, ya sean privados o sociales, que marcan nuevas formas de relacionarnos con esta categoría, difuminando las líneas o fronteras compartidas entre lo femenino/masculino.