Trabaja con nosotros

Vivimos unos momentos en los que una Europa unida está dando pasos decisivos para la creación de un sentir colectivo capaz de hacer oír su voz en el devenir histórico mundial.
Sin embargo, la progresiva caída de las barreras que separaban a los pueblos europeos de poco serviría si no se intentase investigar los lazos (o los rechazos) profundos que en el orden de los conceptos y de las imágenes ?en una palabra: en el orden de una propuesta futura de sentido? se están gestando ahora.
Sin caer en las peligrosas veleidades de una estetización de la política, este volumen trata de sondear en el apenas nacido sentimiento de unidad cultural colectiva, para entrever en él las imágenes simbólicas que puedan ligar una cosmovisión europea secular y laica a un orden del corazón como fondo último sentimental (en el sentido de Rousseau y de Kant) de la sociabilidad, fundamento y acicate a su vez de un orden político vigoroso en este Viejo Continente, el cual se apresta ya a una metamorfosis nunca vista: una conjunción voluntaria de naciones que se aparta voluntariamente de toda prepotencia imperial, de toda confusión esencialista entre la religión (o la sangre y la tierra) y la política y, en fin, de la absorción economicista del orden político y cultural por una sociedad civil obsesivamente centrada en el mercado y el consumo.